2/28/11

La Quiete - La Fine Non è La Fine

"Vorrei essere lontano a volte, come se esistessero
luoghi in cui alla mente non
arrivano timori di conoscere troppo
e di non sapere nulla"


La tranquilidad es el último sustantivo que yo escogería para describir a este disco, y sin embargo este ha sido el nombre que escogió la banda en cuestión. Ironía aparte, la tranquilidad puede ser en muchos casos el preámbulo de un evento de grandes proporciones, la tranquilidad antes de la tormenta, antes de un terremoto, antes de presenciar una confesión inesperada, antes de presionar play.

La Quiete es una banda italiana de screamo formada en el año 2000, para el 2004 sacaron este su disco debut y único hasta la fecha, sin embargo a lo largo de los años han lanzado una serie de eps y splits con bandas tan emblemáticas como Louise Cyphre y Catena Collapse por nombrar algunas. La Fine Non è La Fine es uno de los discos más importantes dentro de la escena de screamo europea y 7 años después de su lanzamiento todavía mantiene una vigencia difícil de negar, su sonido característico, su eco implacable y sus letras amorfas y surreales siguen siendo un bastión único dentro de un género que pareciera ir perdiendo fuerza. Algo que me parece curioso es el hecho de que ningún grupo ha tratado siquiera de imitar el sonido de La Quiete, es simplemente imposible.


La primera edición del disco fue lanzada por React With Protest en formato de vinilo de 10 pulgadas, el cual viene con un poster donde las canciones están impresas, el empaquetado es sencillo, con un folder individual el cual se dobla en dos para albergar al LP. Recuerdo cuando lo compré hace ya varios años en Robotic Empire, solo quedaban dos copias y no lo pensé dos veces, desde ese momento no volví a verlo en ninguna tienda, aunque el disco en sí si ha sido relanzando en diferentes ediciones.

La Fine Non è La Fine comienza con un feedback amenazante el cual explota a los 20 segundos en una orquestación frenética de guitarra, bajo, baterías y gritos punzantes. A lo largo de las 9 canciones remolinos caóticos de guitarra se vuelven elementos protagónicos para luego desvanecerse en el aire, dándole espacio a momentos de contención. La Quiete logra magistralmente, en canciones relativamente cortas, darle una especial atención a las estructuras y contrastes, los cambios en el tempo reinan soberanos, en cuestión de segundos se puede pasar de una furiosa explosión de ruidos a secciones dilatas y tranquilas, La Quiete encuentra belleza y melodía en el caos. La Fine Non è La Fine es un disco irrepetible.



Este canción no está en el disco, es parte de un 7´´ que lanzó La Quiete en el 2006, pero el video me parece una genialidad y refleja muy bien el sonido de la banda

2/19/11

Tim Hecker - Ravedeath, 1972


Siempre me ha parecido interesante analizar de qué manera funciona la correlación entre la música y el lugar donde fue grabada, tanto geográficamente como estructuralmente, el espacio físico puede tener una influencia muy fuerte sobre la naturaleza del sonido y podría decir que la narrativa que gira en torno a muchos discos enriquece enormemente la experiencia sónica al proveer un concepto, una imagen, una idea del proceso de grabación o una referencia romántica que afecta indirectamente la forma en que se absorbe el sonido.

Para citar dos ejemplos contrastantes pero ilustrativos, por un lado la escena de Black Metal francés “Les Légions Noires” y la supuesta afirmación de que muchas de sus grabaciones fueron llevadas a cabo en un castillo con infinidad de elementos mórbidos y macabros; y por otro lado un disco como “Goodbye Enemy Airship, The Landlord is Dead" de Do Make Say Think el cual fue grabado en una granja y hace uso de elementos pastoriles que remiten al campo abierto y la naturaleza. Ambos ejemplos se apoyan en su respectiva narrativa para multi dimensionar la música y llevarla a un plano físico/mental.

Ravedeath, 1972, la séptima producción del maestro de texturas electrónicas Tim Hecker, juega con una dinámica similar a la antes expuesta y el resultado es un disco oscuro, claustrofóbico y con un peso emocional considerable. Grabado en un solo día dentro de una Iglesia localizada en la capital islandesa Reikiavik, la fuente primaria de sonido consistió en una sesión de improvisación utilizando un órgano, y eventualmente bajo la tutela de Ben Frost, los sonidos fueron procesados en el estudio.

La estructura de la iglesia, sus paredes y la forma en que las reverberaciones de los tubos del órgano chocan y se entrecruzan con el espacio físico es parte de la narrativa que produce que este disco sea más que todo, una experiencia. Es un disco que al contrario de su predecesor, el cual se distingue por ambientes expansivos y pulsaciones estelares, se siente más focalizado, más sutil y encaminado hacia una forma más directa de reacción. Sin embargo la huella sonora de Hecker es sumamente distinguible, múltiples capas de sonido, texturas inigualables, sonidos cromáticos y estructuras densas.


Ravedeath, 1972 inicia con “The Piano Drop” y durante doce movimientos se presenciará la caída de este piano pasando por diversas etapas de sonido conceptual, en los primeros minutos nos da la bienvenida una serie de olas etéreas de sonido las cuales le dan paso a la primera triada del disco “In The Fog”, la cual personalmente es mi sección favorita. El piano gimiente se retuerce, las teclas corroídas se mezclan con la neblina creando una densidad constantemente cambiante, Hecker nos presenta texturas elegantes al borde del éxtasis, esta nubosidad, estas nubes de distorsión provocan sonidos desmaterializados e inquietantes.

Después de uno minutos el tono del disco se hace evidente: alucinante y claustrofóbico, no sé cómo explicar bien este sentimiento, es como si Hecker quisiera elevar mi mente a un universo sónico de grandes magnitudes pero al mismo tiempo es imposible ya que choco contra las paredes, el órgano pese a su carácter espiritual me mantiene atado a la tierra mientras veo como este cae hacia mi desde el techo de un edificio.

Otro momento brillante del disco es la dupla de “Hatred for Music” la cual tiene reminiscencias progresivas acopladas a guitarras procesadas y resonancias combativas, mientras que la tríada de “In the Air” finaliza el disco dejando caer las capas de sonido, pelando las melodías hasta su raíz más básica, aquí el gimiente órgano deja de ser un marco abstracto, no obstante el sonido mantiene su carácter digital. Esta es una de las grandes fortalezas de Hecker, su capacidad extraordinaria y fascinante de manipular melodías y crear híbridos perfectos entre la esfera digital y la material.

Conceptualmente es algo difícil explicar claramente la inspiración detrás de Ravedeath, 1972. Una mirada rápida al título de las canciones pone de manifiesto que el concepto es oscuro, nombres como “Hatred Of Music”, “Analog Paralysis, 1978” “Studio Suicide” y el mismo título del disco dan una idea que remite a la destrucción de la música, al deterioro del sonido. Según Hecker, la inspiración vino una vez terminada la grabación, cuando este se obsesionó con la idea de la basura digital y la manera en que la tecnología afecta a la música. Es un concepto intrigante y críptico.

La curiosa portada merece una mención diligente, esta muestra a unos estudiantes del prestigioso MIT lanzando un piano desde un edificio, aparentemente una tradición bastante peculiar. La idea de destrucción musical está presente en esta imagen. Hecker ha logrado con este disco crear una obra maestra de música electrónica, es muy temprano para estar haciendo este tipo de afirmaciones pero definitivamente será uno de los discos más memorables del 2011, no queda más que ponerse los audífonos, cerrar los ojos y esperar que el piano caiga sobre nuestra cabeza.

2/15/11

Youth Pictures of Florence Henderson

"I am always walking when the lights are green
it's a better feeling than going in between
"


Hace cinco años Youth Pictures of Florence Henderson dio sus primeros pasos en la escena de post rock mundial con un disco bien recibido que en su momento exhibió muestras de un sonido cálido y prometedor, los orígenes de la banda se dieron casi que espontáneamente cuando unos estudiantes de Noruega decidieron tocar música, y cualquiera que sepa algo de rock instrumental sabrá que, cuando se trata de agregar vocales a este género, nadie le gana a los escandinavos. Desde los himnos alegres de Efterklang hasta las canciones más melancólicas de Immanu El, esta región en el norte de Europa parece inspirar en más de una forma a esta generación de bandas. Después de cinco años, Youth Pictures of Florence Henderson regresaron con este, su segundo disco, y si tuviera que hacer una afirmación fuerte, diría que nunca antes un grupo había logrado incorporar vocales de una manera tan original y al mismo tiempo natural como este septeto.

El disco está dividido en dos partes llamadas “Puzzle” y “The Detective”, cada una tiene 4 canciones respectivamente. Musicalmente se desarrollan alrededor de una hora melodías de guitarra que me recuerdan a los momentos más nostálgicos de The Appleseed Cast, la percusión es sumamente sutil y siempre mantiene un tempo bastante plano pero lo suficientemente dinámico para mantener la atención durante todas las canciones, ocasionalmente se evidencia la presencia de violines y otros instrumentos de cuerda, la incorporación de conversaciones ininteligibles agrega profundidad a las múltiples capas de sonido. Instrumentalmente el disco es excelente y cautivador, pero lo que hace que se distinga sobre los demás es el uso excepcional de vocales.


Para empezar, las voces no son en ningún momento el punto focal de las melodías, siempre están atrás en una capa de sonido secundaria y la mayoría del tiempo se mezclan con la música de una manera que pareciera que fueran la misma entidad, como si no pudiera existir una sin la otra. Referencias al emo de los 90 son inevitables, y definitivamente los miembros de YPOFH están consientes de esto; un grupo al que se le ha caracterizado de la misma manera es Moving Mountains, pero mientras este último es aplaudido por sus melodías bombásticas, YPOFH ha preferido darle prioridad a la madurez sobre la sobre excitabilidad, a la introspección sobre la catarsis.

Las letras en YPOFH son en una primera instancia bastante confusas, al parecer los miembros tienen una manera bastante original de escribir, toman frases diversas que resulten inspiradoras para ellos y las juntan como si fuera un rompecabezas (Puzzle), estas frases son fragmentos de orígenes distintos y le corresponde al oyente (The Detective) descifrar y darle su propia interpretación. Palabras y frases por si solas pueden provocar variadas reacciones dependiendo de la persona, el oyente es el encargado de hacer las conexiones.

En fin, YPOFH han creado con esta su segunda producción una mezcla brillante de post rock y emo noventero, es música sin pretensiones y honesta; solo espero que no tengan que pasar otros 5 años para ver que trae el futuro para estos jóvenes noruegos.

2/8/11

Lectura para rato

Estas vacaciones me han servido para ponerme al día con un montón de libros que tenía pendientes, ya solo me quedan estos cuatro, creo que el de Tolstoi es el libro más grande que tengo (+1000 páginas) y aunque parezca mentira el de Camus fue el más caro de todos. Me gustan las ediciones de Barnes & Noble, además del texto incluyen datos sobre el autor, cronologías, mapas, análisis de la obra y bibliografías de interés.

2/6/11

Nadja - Truth Becomes Death

"Truth becomes death – & I crumble back into dust"


Para alguien que en el 2007 tenía un conocimiento del drone que se extendía precariamente hasta unos cuantos discos de Sunn O))) escuchar este monstruo sónico proveniente de Canadá por primera vez fue toda una experiencia, Truth Becomes Death me ahogó en un mar de sonidos del cual todavía no logro ver un rastro de costa. No llevo ningún tipo de conteo estricto pero podría decir con mucha seguridad que Nadja ha sido el grupo que más he escuchado durante los últimos 4 años, y considerando que hay canciones que se extienden más allá de una hora estamos hablando de mucho tiempo invertido. Aidan Baker y Leah Buckareff son los encargados de tocar, programas y componer los tres capítulos que componen esta producción.

Truth Becomes Death, originalmente lanzado en el 2005, fue reeditado en el 2008 en un formato de vinilo doble de doce pulgadas, acompañado por el arte de Seldon Hunt en una edición limitada de 750 copias, tuve la suerte de obtener una de estas. Los folder vienen dentro de una caja de cartón con letras en relieve. El hermosísimo arte complementa perfectamente la música: un bosque desolado con  rastros de nevadas pasadas, y es que la música de Nadja a pesar de apoyarse fuertemente en recursos electrónicos como sintetizadores y drum machines, mantiene una estética orgánica, el moho, el agua, la nieve y el musgo se pueden sentir al alcance de la mano, enterrados en las múltiples capas de sonido. Pero la naturaleza a veces puede ser aterradora, para escuchar Nadja al menos yo personalmente tengo que estar un humor específico, sino sería lo mismo a estar desorientado en un bosque, sin saber a dónde ir, escuchando ruidos desconocidos y amenazantes en cada sombra, acercándose.


En vez de tratar de establecer en qué género se pueden ubicar, tema ya de por sí polémico, solo diré que de forma general, Nadja se encuentra en la intersección entre metal, doom, drone, shoegaze y ambient. Lo que hace que resalten es la forma en que el dúo aborda todos estos estilos, es música lenta, que se desarrolla de forma paciente, es pesada, densa, sobrecogedora. Las melodías se encuentran enterradas en capas polvorientas y porosas de sonidos, en otras palabras, no es puro ruido inaccesible, existen melodías estructuralmente reconocibles que mueven las canciones hacia adelante, puede ser un órgano, un riff de guitarra, un bajo pulsante, una voz etérea; gracias a estos elementos Nadja se adhiere al oyente y lo encierra en una pared de sonido brumosa.

Me gusta ver a las tres canciones como una narración, “Bug (Golem)” con sus 23 minutos es la pieza más larga del disco, una nota de bajo y golpes de platillo se repiten incansablemente hasta alcanzar un sonido colosal el cual se ve reforzado por gritos abrumadores y feedback de guitarra. “Memory Leak” es la canción más pesada, zumbidos de guitarra fuertemente distorsionadas se combinan con un órgano distante más los gritos monstruosos y fantasmales de Aidan para crear una atmósfera estremecedora. “Breakpoint” cierra el disco magistralmente con una fúnebre melodía acústica. Truth Becomes Death se aprecia mejor en audífonos a todo volúmen, puede ser pesado y al mismo tiempo melancólico y tranquilizante, en mi opinión uno de los mejores discos de la década pasada.
 

2/3/11

The Saddest Landscape - You Will Not Survive

"Who stole our hearts? Who left us so hollow?"


¿Qué tanto se puede saber de una persona solamente por la forma en la que habla? Alguien podrían decir que rastros de la personalidad se pueden detectar en el tono, profundidad y volumen de la voz. Aunque yo no sé qué tipo de parámetros son necesarios para llegar a conclusiones acertadas, al escuchar la voz de Andy Maddox, vocalista de The Saddest Landscape, puedo decir que ese gorjeo jadeante y abrasador provoca que se recreen en mi mente algunos de los momentos más angustiantes y emocionalmente agotadores de mi vida. Tomando todo esto en consideración mi conclusión sería la siguiente: esa voz pertenece a una persona que sufre desesperadamente pero que sin embargo busca por todos los medios de aferrarse a lo poco de esperanza que queda.

Al igual que cualquier persona de mi generación con gustos musicales similares, cuando empecé a interesarme por el screamo y el emo topé con la mala suerte de que una gran cantidad de los grupos ya se había separado o habían optado por sendas diferentes. The Saddest Landscape fue uno de esos grupos, su último disco lanzado en el 2004 mostraba destellos de genialidad pero tuvieron que pasar 7 años para que Andy Maddox y compañía lograran cimentar su legado con You Will Not Survive. Ha sido uno de los retornos más sorprendentes dentro de la escena de screamo contemporánea

You Will Not Survive es un disco corto, no obstante con solo siete canciones logra arrojar en la cara del oyente todo un cúmulo de emociones contrastantes, la tonalidad imperante del disco es de angustia y emergencia. Comparándolo con los dos discos anteriores, esta última producción pone de manifiesto la madurez de todos los músicos implicados, la grabación es impecable, la dinámica entre las dos guitarras funciona bastante bien, la introducción de nuevos elementos, como voces femeninas y crescendos post rockeros, le agrega nuevas capas de textura al ya de por sí intenso universo musical que los caracteriza.

El disco inicia con un título sugestivo, “Declaring War on Nostalgia”, un ritmo de batería nos da la bienvenida para rápidamente explotar en un caos dinámico de feedback, la embestida furiosa da paso para momentos verdaderamente crudos e intensos, la voz de Maddox se estremece y retuerce, a veces gritando, a veces susurrando, pero siempre manteniendo ese carácter de emergencia.

El torbellino de melodías aumenta en intensidad con las siguientes canciones, el sentimiento de confrontación se mezcla con la atonalidad y centelleo de las composiciones, creando gradualmente una imagen bastante coherente. Y no es una imagen alentadora, lo que refleja es un paisaje frio, solemne, lúgubre y angustiante. Al final la música se desvanece con la esperanza de que los peores recuerdos puedan ser borrados de la conciencia algún día. The Saddest Landscape le hace honor a su nombre y con este brillante disco no solo han reafirmado su visión musical, sino que han movido hacia adelante a un género víctima de percepciones erróneas.

2/1/11

America Addio - Cotton Kingdom


La mayoría del tiempo tengo una noción bastante clara sobre cuáles son los elementos que busco en un disco. El rango de géneros que se pasea por mis audífonos es muy reducido, o muy amplio, dependiendo del punto de vista y la perspectiva del que haga la observación. Pero usualmente sé lo que me gusta y esa es una de las razones por las que escribo sobre música. Sin embargo toda esa actitud pretenciosa puede irse a la mierda cuando un disco como Cotton Kingdom hace su aparición de la nada.

Debo admitir que la primera vez que escuché America Addio quedé muy confundido, primero por la música y segundo por el hecho de que, el elusivo artista detrás de esos sonidos, pertenece a una disquera que respeto infinitamente. Pero como dicen, las primeras impresiones pueden ser engañosas, y con el tiempo America Addio me hizo entender que en mi universo de sonidos había un vacío, un hoyo negro que necesitaba ser llenado con sintetizadores, pop vibrante, energético, pegajoso, demente y lleno de escarcha.

America Addio es el proyecto de un solo hombre, M. Kestigian, quien desde su cuarto en algún lugar del Noreste estadounidense, se adhiere sin compromisos a la estética de grabación casera, utilizando su sintetizador para crear una gama de sonidos cuidadosamente diseñados y contagiosos. A lo largo de las 11 canciones se puede encontrar ritmos movidos de guitarra, instrumentos de viento, melodías de pop electrónico y voces gorjeantes.

Pero lo que hace que Cotton Kingdom sea la increíble pieza de arte que es se debe a las letras. Sería un mentiroso si dijera que entiendo en su totalidad el mensaje que America Addio quiera dar a entender, no obstante se pueden distinguir diversas temáticas como agricultura, relaciones humanas, literatura, expansión occidental, judaísmo, historia, política estadounidense, medio oriente y lejano oriente, calentamiento global, el fin del mundo, capitalismo, filantropía, periodismo y posiblemente muchísimos más. ¿Demasiado? No, sin duda M. Kestigian es un intelectual con una riqueza de conocimientos notable.

Cotton Kingdom es un disco para divertirse pero también para pensar, es música sumamente original e idiosincrática y esa es una de las razones por las que siento un gran respeto por las grabaciones caseras, al final del día terminan siendo las más singulares e interesantes. Y cuando digo grabaciones caseras no quiero decir calidad de sonido dudosa, al contrario. Compre el disco, presione play, lea un libro y diviértase.


Todas las ganancias de este disco son destinadas a Heifer International, una organización que tiene como objetivo terminar con el hambre y la pobreza en el mundo.

http://americaaddio.com
http://www.enemieslist.net/