8/15/09

The Fountain - Clint Mansell

Soy un gran admirador del arte cinematográfico, sin embargo, al contrario de cómo me pasa con la música o con el diseño de modas, es una rama artística a la que le dedico muy poca atención, no me quiero ni imaginar cuantas obras imprescindibles me he perdido, pero bueno, cuando me percaté de la existencia de esta película no dudé en verla lo más pronto posible.

Decir que me gusta sería una subestimación, lanzada en el 2006 a manos de un director cuyas obras anteriores son bastante depresivas (bastó con ver Requiem For A Dream para dejarme con una sensación de tristeza por mucho tiempo), The Fountain tiene como argumento principal la relación de Tommy Creo e Izzy Creo, pero a partir de ahí, la historia se ve entrelazada por una serie de situaciones/mundo donde la América del siglo XVI y el espacio exterior son los escenarios. No es mi intención discutir de que trata la película, basta hablar con otra persona para darse cuenta de la increíble variedad de interpretaciones que pueden surgir de su trama, esa es una de las cosas que más me atrajo, en un nivel superficial se pude ver el argumento de perder a un ser querido y eventualmente seguir con la vida, pero a medida que se adentra en las intrincadas historias paralelas, la explosión de Xibalba, el árbol de la vida y la muy simbólica consecuencia de beber su blanca sabia, el papel de la Iglesia, el tatuaje, en fin… las percepciones producto de estos elementos vuelven la experiencia cinematográfica mucho más gratificante

Uno de los factores más prominentes es sin lugar a dudas el maravilloso soundtrack que acompaña a la película, una obra maestra creada por uno de los compositores contemporáneos más laureados, Clint Mansell, quien junto con Kronos Quartet y el grupo instrumental/post rock Mogwai, lograron reflejar a la perfección la atmósfera de la película. Al igual que en algunas de sus otras producciones, Mansell juega con cierta melodía desde el inicio, y mediante variaciones esta se va convirtiendo gradualmente en un personaje más, a lo largo de las canciones esta melodía aparece, se transforma, se acopla, actúa. A veces puede pasar desapercibida, o puede adquirir un punto focal en la canción, todo depende de que escena se trate.

En especial siento un gran apego a la influencia de Mogwai la cual veo representada, en todo su esplendor, en la última canción “Death Is The Road To Awe” y su addendum “Together We Will Live Forever”. Aquí tanto el soundtrack como la película llegan a un clímax de proporciones galácticas...literalmente. La melodía omnipresente antes mencionada aquí se vuelve la protagonista y con el paso de la instrumentación llega a un estallido sónico, sincronizado con la explosión de Xibalba y eventualmente el fin de la película. No digo más, simplemente hay que experimentarlo para darse cuenta de la tremenda fuerza que conlleva la perfecta combinación entre música e imagen.

1 comment:

  1. sin la dirección de darren aronofsky y la música de clint mansell, the fountain habría sido un total fracaso, considerando todos los problemas que hubo para la realización del proyecto.

    otra cosa es que si lo que aronofsky quería era crear una nueva forma de contar ciencia ficción (como si no se pudiera entender que en Pi, ya hizo algunas propuestas), de alguna forma lo logró y además, logró integrar otras temáticas, lo que pasa es que el binomio historia de amor trágico-viaje científico a lo incierto, es viejo, ojo a Solaris (1972) de Andrei Tarkovsky o el más o menos cuestionable refrito que le hizo Steven Soderbergh.

    La novedad de The Fountain, consiste en integrar la temática maya, los tres pares de personajes en tres tiempos históricos (Con homenaje a David Bowie incluido) y sobre todo el cuidadoso aspecto estético, del que la música es parte fundamental. Como primero fue una novela gráfica, siempre fue vital que la película tuviera ese look y eso pese a los problemas con el presupuesto. Para cineastas no americanos, el bajo presupuesto no representa precisamente un obstáculo (que lo digan Guillermo del Toro o Jean-Pierre Jeunet y talvez también David Cronemberg) para realizar películas con un alto grado de calidad en dirección de arte y lidiar con temas fantásticos. En todo caso para Aronofsky, el bajo presupuesto no debería haber sido un obstáculo, la calidad de su propuesta radica en que el tema y no los efectos especiales, es la cuestión principal de la película.

    Hay algunos problemas y me atrevo a decir que son de diálogo, pero en realidad The Fountain es un espectáculo y mejor aún, es un espectáculo que invita a la reflexión...

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