7/20/11

Lüüp - Meadow Rituals


Past the pine woods, after dark, sings a lonely meadowlark
of horse hearts racing through the sky in a line like flying geese

Con esas imágenes pastorales y sombrías inicia Meadow Rituals, segundo álbum de Lüüp, un impresionante colectivo de 19 músicos liderados por el flautista griego Stelios Romaliadis. Con miembros provenientes de Chipre, el Reino Unido, Suecia y Grecia, estamos ante un proyecto compuesto de múltiples mosaicos musicales y culturales; y aunque en una primera escuchada el disco puede sonar algo disperso y contrastante, eventualmente se evidencia una coherencia tanto en la instrumentación como en el concepto. En Meadow Rituals podemos escuchar flauta, harpa, violín, guitarras acústica y eléctrica, balalaica, clarinete, cello, doble bajo, saxofón, mellotrón, piano, fagot, oboe, cítara, campanas y viola.

Aunque Lüüp no es el primer grupo en hacer uso de la naturaleza como el eje temático que une a las composiciones, la absoluta perfección de las melodías, la nitidez en la producción, el uso domado de los muchos instrumentos, la introducción clave de vocales, y en general la ambigüedad en cuanto a celebración de la naturaleza y/o un miedo innato hacia su melancólico dominio hacen de este disco uno de los ejemplos más sobresalientes dentro de esta estética musical.

Tanto el título del disco como el de las canciones evocan paisajes rurales que convergen en un estado ideal del hombre, en completa libertad para expresar los más profundos y arcanos secretos del alma. La música aquí es sumamente ritualista, la atmosfera es mística y esotérica, son las melodías que podrían musicalizar una historia clásica de la mitología antigua. El colectivo aborda el tema de la relación, cada vez más abismal, entre el hombre y la naturaleza, las 8 canciones están dispuestas para permitir la reflexión.

Tratar de catalogar al colectivo dentro de un género sería un ejercicio inútil, y tal vez esa sea una de las razones por las que este disco ha pasado desapercibido por tantas personas, Lüüp se introduce en las armonías del folk, se baña en las mareas de la música clásica contemporánea, juega ambivalentemente con la electrónica, colabora con al menos 4 vocalistas diferentes cuyos rangos y tonalidades son bastantes diferentes. A lo que quiero llegar es que este proyecto no tiene una etiqueta musical que englobe la ruta llena de desvíos que toman los músicos, no hay un mapa del prado, la naturaleza no es unidimensional, la naturaleza no siempre es apacible, puede llegar a matar; para mí la estética “dispar” entre las canciones hace de la experiencia de escuchar este disco algo sumamente gratificante.


El disco empieza de manera elegante con Horse Heart, unos primitivos golpes de bajo introducen le bella voz de Lisa Isaksson, la guitarra acústica acentúa la atmósfera mientras que la flauta se queda en el fondo como un espectador secundario pero imprescindible. El cello a la mitad de la canción engrandece el ritmo de manera majestuosa, ya entramos al bosque, los árboles nos dan la bienvenida pero los pocos rayos de sol se difuminan cada vez más entre el follaje, la oscuridad empieza a hacerse patente. No me atrevo a decir con total seguridad la cantidad de instrumentos que se escuchan en esta pieza, aunque si no me equivoco también hay un harpa tocando sutilmente.

Taurokathapsia empieza con un cello fuerte, la flauta y el clarinete adquieren un papel protagónico en esta pieza. De pronto un violín entra en escena y empieza a dialogar con el cello, el juego de armonías es simplemente maravilloso, la manera en que los instrumentos de viento se complementan con las cuerdas es algo fascinante. En Cream Sky se hace tangible el genio de Romaliadis para manipular la flauta, lastimosamente un instrumento muchas veces relegado de la música popular, el juego entre las dos flautas, una de ellas manipulada electrónicamente es increíble, la voz en esta canción es más prominente y al final se escucha un loop de chasquidos de dedos.

Spiraling es la pieza más larga del disco y su tono es bastante nostálgico, en Roots Growth escuchamos un saxofón errante, esta canción tiene una cierta cualidad de jazz que contrasta con todo el disco, la flauta y el saxofón entablan una conversación intrigante y la batería marca el ritmo, estas melodías no sonarían fuera de lugar en un escenario iluminado por candelas bajo una densa nube de tabaco. See You In Me tiene un juego casi chamánico de voces, hay ruidos en cada sombra, la atmosfera es amenazante a primera vista pero mientras van cayendo las capas nos acercamos a un claro en el bosque.

Ritual Of Apollo & Dionysus tiene la estructura de “música clásica” más palpable y a mi gusto es uno de los puntos altos del disco, en el último minuto un trío de instrumentos de viento crean una armonía traviesa que termina tan abruptamente como empezó. Northern Lights en la última canción y que mejor conclusión que poner al instrumento estrella, la flauta, otra vez como personaje principal; nos hemos acostado en el centro del claro del bosque, miramos hacia las estrellas y pensamos que si estas salieran solo una vez al año, pasaríamos despiertos toda la noche para verlas.

7/12/11

Sam Amidon - I See The Sign

How come that blood all over your shirt?


Es hora de hablar de uno de los discos que más me ha impactado en los últimos meses, a pesar de que Sam Amidon lanzó este, su cuarto álbum, el año pasado, fue hasta hace poco que tuve contacto con su música. Miembro de una de las mejores disqueras de Islandia,Amidon no es solo un talentoso multi-instrumentalista, es también un gran relator de historias, cualidad que le queda como un guante considerando que su música a grandes rasgos es parte del folk contemporáneo, género que ha sido llevado a nuevos niveles de popularidad por personas como Sujfan Stevens.

Sam ha estado expuesto al universo musical desde su nacimiento, hijo de músicos profesionales, desde pequeño se sentaba con su familia a escuchar discos, no solo con el objetivo de disfrutarlos, sino también para analizarlos, criticarlos y discutir acerca de melodías particulares; el contexto familiar es importante de considerar ya que afectó de manera directa la fascinación de Amidon con las canciones populares del Sur estadounidense, principalmente las pertenecientes a la cultura apalache. Banjo, violín y guitarra, definitivamente el crecer en un ambiente creativo lleno de musicalidad juega un papel preponderante en el desarrollo de músicos tan talentosos.

¿Cuál es la esencia del folk? Para muchas personas la raíz está en el sonido, independientemente del origen de la canción, lo que distingue al folk es la instrumentación. Para Amidon es diferente y esa es una de las razones por las que admiro tanto su obra. Él tiene la habilidad de destapar las capas de la historia musical de una pieza particular con el fin de descubrir su identidad verdadera; modificando canciones estadounidenses tradicionales, baladas sobre asesinatos, cuentos populares retorcidos y canciones de niños; el folk propuesto por Sam se materializa en esas viejas historias que nadie conoce, que no tienen autor, que son anónimas y por ende universales.

Para entender mejor este punto tal vez sea útil hacer una comparación entre un cover normal y una interpretación de una canción popular, en el primer caso el artista toma la composición y las letras de otro de manera completa, en el segundo caso, una canción popular es creada y re-creada a lo largo del tiempo por muchas personas, no pertenece realmente a nadie, la peculiaridad y el genio de Amidon radican en la forma en que reinterpreta, cambia y actualiza estas canciones, ya sea modificando la manera de cantarlas, introduciendo arreglos electrónicos u orquestales.


Amidon es un artista que, cuando se presenta en vivo, adquiere diversas personalidades. Un día puede estar tocando en el Carnegie Hall de Nueva York con una orquesta acompañando sus canciones, y al día siguiente puede aparecer en un bar tocando banjo acompañado por solo un percusionista. Esto lo menciono porque en el disco se puede notar esa versatilidad, en “I See The Sign” Amidon cuenta con la colaboración de una serie de artistas realmente envidiable, desde Nico Muhly en los arreglos de cuerdas, viento y piano, Valgeir Sigurðsson encargándose de la producción y masterización, hasta Beth Orton como vocal invitada en algunas canciones. La raíz del sonido es la voz de Sam, la cual no es elegante pero cuyo tono se acopla perfectamente con la estética musical, incluso su voz puede llegar a sonar muy sometida en ocasiones, lo cual no es una debilidad: este es uno de esos casos peculiares donde las alteraciones en el tono de la voz interferirían con la narrativa.

Me encantaría entrar en detalle con las 11 canciones que componen el disco, y de hecho busqué información de cada una de ellas ya que me interesaba conocer su origen, su historia. No logré encontrar datos sobre todas ellas pero creo que logré recopilar un poco de información interesante, la mayoría son canciones tradicionales de los Apalaches estadounidenses, a excepción de “Relief” la cual es un cover de R. Kelly.

How come that blood” es una de mis favoritas, un increíble bajo eléctrico marca el tempo, lo acompaña un piano eufórico muy al estilo de Nico Muhly, la instrumentación se ve alzada por cuerdas. La pieza está basada en una historia popular acerca de un hombre que asesina a su hermano y es cuestionado por su madre, al final el hombre termina huyendo del país en un barco junto a su esposa, dejando a sus hijos atrás. “Way Go Lily” es una canción bastante serena, la guitarra es etérea y el juego de voces es excelente, aparentemente la letra es de un juego popular infantil de los estados del Sur.


You Better Mind” es una vieja pieza de góspel (en youtube se pueden observar versiones de algunos coros adventistas). La canción es original de las Islas del mar de Georgia, el hogar de una comunidad negra muy autónoma, ahí las cosas eran un poco más separadas que en EE.UU. continental donde diferentes tipos de música pasaron a través de distintas razas y mezclas, en estas islas la reclusión permitió el surgimiento de canciones muy particulares, allí los esclavizados africanos solían aceptar el cristianismo debido a que Jesús era declarado como una garantía contra todo daño y peligro, y ese aspecto de espiritualidad y miedo hacia el juicio final se evidencia en las letras. Amidon es acompañado de Beth Orton, las dos voces se complementan perfectamente y la percusión tiene una presencia más notable.

I See The Sign” es un disco accesible, agradable, fácil de escuchar y disfrutable en muchos niveles. En mi opinión su éxito radica en la fluidez con la que logra reinterpretar viejas canciones populares de una manera que no suenan a piezas de museo, sino que tienen un carácter contemporáneo, eterno. A pesar de que la instrumentación es bastante amplia y diversa, nunca eclipsa la melodía principal, es decir, la voz de Sam y su guitarra, violín o banjo siempre son el aspecto central de todas las canciones.

7/10/11

Mihai Edrisch - Un Jour Sans Lendemain

"roi d'un paradis toujours un peu trop lointain"


Para el buen observador, será evidente que el título de este disco es el mismo que el de mi blog, y no es coincidencia ya que en muchos sentidos esta obra maestra de screamo francés ha sido una de mis mayores influencias musicales y personales. El ciclo de la vida es un concepto hartamente usado en las arenas creativas, la vida es la experiencia inmediata de cualquier persona, sin embargo enmarcar esa experiencia en una expresión artística no es tarea fácil, y aunque los intentos abundan, son contadas las veces en donde el resultado final logra con éxito ser un reflejo tangible y coherente de la complejidad humana.

« Je découvre peu à peu le plaisir de la solitude, le parfum des pensées, le goût de la dépendance »

Mihai Edrisch es una banda proveniente de Lyon, su sonido implacable es característico del screamo europeo que emergió con fuerza a inicios del siglo XXI, este fue su segundo y último disco, lanzado en el 2005, un año después el grupo se desintegró y sus integrantes pasaron a formar parte de proyectos como Celeste y Daïtro. A pesar de su corta vida, la sombra de su influencia todavía se dibuja en proyectos contemporáneos, y las letras que mueven la narrativa hacia adelante siguen siendo, desde mi perspectiva, unas de las más majestuosamente negativas de la música en general.

« Je t'en prie, laisse moi mourir s'il te plait, je t'en supplie, laisse moi mourir en paix »

Un Jour Sans Lendemain es un disco de emociones fuertes, directas y sin compromisos, los intensos sentimientos crecen dramáticamente en tamaño en cortos periodos de tiempo; el tempo es caótico y frenético, la Intro, el Interlude y el Outro dan un respiro a la pasión desbordada de los integrantes, los cuales se encuentren en un nivel increíblemente alto de técnica musical, la batería es precisa, las melodías de guitarras son implacables y el bajo es la goma que une al edificio sonoro. El grado de intensidad al que se puede llegar es a veces sobrecogedor, y aunque el oyente no entienda francés los gritos del cantante hablan un idioma de desesperación y esperanza universalmente entendible.

« Chaque jour qui passait le temps se blessait, chaque jour de plus le temps m’achevait, et j’espérais toujours qu’un jour pour moi le temps s’arrêterait »

Conceptualmente el disco se divide en 12 canciones, de las cuales 10 llevan por título verbos infinitivos. Estos verbos reflejan de manera general el ciclo de vida, desde nacer, amar, sufrir hasta finalmente morir; la atmósfera es oscura y la perspectiva es fatalista. Todo empieza con latidos de corazón, el nacimiento de una persona aquí es un evento violento y traumatizante, y los escasos segundos de la Intro nos preparan para el inicio de lo que será un camino lleno de desilusiones, preguntas sin respuesta, negación y esperanza momentánea.

Sería muy fácil decir que es un disco depresivo, una mirada de cerca a las letras da cuenta de que, a pesar de que el protagonista parecer ir cayendo más y más fondo dentro de la oscuridad de sus emociones, parece haber un mínimo de resistencia, la cual eventualmente termina subyugada bajo el peso aplastante del negro manto lívido

« Je cherche mon bonheur, je ne trouve que ce miroir, je n'y trouve que mon malheur »

La portada muestra un árbol con una cuerda colgando de una rama, en el Outro del disco se escucha una leve y nostálgica melodía de piano, se percibe la lluvia caer, el futuro parece incierto, las gotas pasan a un segundo plano y el piano parece traer algo de paz, el viento sopla, se oye el crujir de madera, como si alguien estuviera caminando sobre una silla, en los últimos segundos se escucha un golpe en seco, como si la silla hubiera caído al suelo súbitamente, y luego, silencio.

Comme une dernière image, celle que je veux peut être garder de nous, je serai là, pour toujours, suspendu à tes lèvres »