Si alguien me preguntara en este momento por cual banda daría un brazo y una pierna para ver en vivo mi respuesta sería instantánea. Este cuarteto japonés compone dentro de uno de los nichos más tradicionales del post rock, y a pesar de que desde sus primeras producciones han seguido una fórmula relativamente homogénea, cada disco que han sacado introduce pequeños elementos, minuciosos detalles que lo convierten en una nueva experiencia. Juegan con un sonido que con el paso del tiempo han perfeccionado a un nivel incomparable, los clímax catárticos se han convertido en su sonido signatura.
En el 2009 MONO celebró su décimo aniversario y la salida de su último disco “Hymn To The Immortal Wind” con un concierto en Nueva York al lado de la Wordless Music Orchestra, el cual para nosotros que no tuvimos la oportunidad de asistir, fue filmado y lanzado como dvd. Para todos los seguidores de la banda no es ningún secreto que las presentaciones en vivo de MONO pueden llegar a ser bastante emocionales, y más que un simple concierto, es toda una experiencia, la energía que logran transmitir es casi sobrecogedora, varios elementos contribuyen a esto: el volumen ensordecedor que envuelve a la audiencia, la austeridad de los miembros siempre en la misma posición, la usual oscuridad de los locales que escogen, la cercanía del escenario con la audiencia, la expectativa, etc.
Esta presentación es algo diferente, la audiencia está en su mayoría sentada y a cierta distancia del grupo, y bueno, además de los cuatro miembros de la banda, hay 24 músicos más en el escenario. El concierto empieza con los miembros originales caminando hacia el escenario, se escucha un grito purgante en la audiencia, serenamente asumen su posición y las primeras notas de “Ashes In The Snow” retumban tímidamente; para el momento en que el contingente de cuerdas y percusión entran en acción queda claro que estamos en presencia de algo especial, un escalofrío incipiente y la audiencia responde. Por alrededor de una hora y veinte minutos, MONO nos deleita con una presentación perfecta.
El añadir esta colectividad de músicos hizo lo imposible, acrecentó la intensidad de las composiciones ya de por sí cinemáticas de MONO, la mayoría del setlist corresponde a piezas del último disco, el cual se distingue por el uso de cuerdas de una forma más extensiva. Aunque me hubiera gustado ver otras canciones, en conjunto es una experiencia más que satisfactoria, Escuchar con volumen al máximo + un buen sistema de sonido/audífonos
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