6/6/10

Monolake - Silence

“Once upon a time, music had dynamics"


Esa es una de las frases escritas por Robert Henke en las notas de producción de su último disco bajo el seudónimo de Monolake, Silence. Henke es uno de los productores contemporáneos de música electrónica más influyentes, sus trabajos como compositor, diseñador de sonido y desarrollador de software le han conferido un profundo respeto en varias arenas. Monolake comenzó siendo un dúo pero actualmente funciona como un vehículo en solitario para expresar sus composiciones de naturaleza más techno

Silence es un disco perfecto. La atención casi maniaca al detalle, la increíble claridad de los sonidos y la complejidad de las composiciones se mezclan con el uso de grabaciones provenientes de varios lugares, entre ellos encontramos anuncios de un aeropuerto, agua goteando en los jardines botánicos de Florencia, sistemas de aire acondicionado y turbinas en Las Vegas, viento soplando en El Gran Cañón, un contestador automático telefónico, grabaciones de obras de construcción en los túneles de Suiza…entre otros. Henke incorpora todos estos elementos de forma magistral, convirtiéndolos en parte intrínseca de la música, algo en lo que muchos compositores de música electrónica e instrumental logran solo a medias, Henke definitivamente es un perfeccionista.


La única forma de describir los sonidos en Silence, y lograr hacerle justicia, sería entrar detalladamente en la descripción de todas y cada una de las canciones que lo componen. Son tantos los elementos que lo hacen un disco único que concentrarse en solo una parte de ellos limitaría la visión total. Me limitaré a hablar de mi experiencia subjetiva. Silence es como un thriller, a pesar de su aparente calma y serenidad, los beats tienen una cierta cualidad de suspenso, conforme avanzan los minutos la experiencia se vuelve más y más hipnótica, hay un constante estado de tensión. En otras palabras, Silence no es un disco pasivo, al contrario, requiere la atención total del oyente.

Los diversos ritmos, granulares y sintéticos, las texturas, patrones y atmósferas, se traslapan en diversas escalas haciendo de Silence no solo un disco sino toda una experiencia sónica. La frase que inicia esta reseña remite a la forma en que se dio la grabación del mismo. Henke pone de manifiesto que en la radio y diversos reproductores de mp3 hay un límite técnico para el volumen máximo de transmisión, como consecuencia, la música popular está grabada de una forma donde cada elemento está constantemente golpeando el límite, sin ningún tipo de dinámica.

En ese sentido, la música en Silence no se ha comprimido, limitado o maximizado en ninguna de las fases de producción, hay partes altas y hay partes más tranquilas, y un buen par de audífonos confirman esta riqueza y calidad sonora. Es realmente reconfortante que existan productores como Henke, los cuales no solo crean obras maestras, sino que se embarcan de lleno en el estudio conceptual del sonido, llevando la música a un plano más cerebral, al mismo tiempo que crean canciones relativamente accesibles las cuales dan nuevos aires a géneros tan gastados como el dubstep y el minimal techno.

No comments:

Post a Comment